lunes, 7 de mayo de 2018

El exsecretario andaluz de Universidades condenado a un año de prisión por fraude + Primera condena a un ex alto cargo de la Junta por fraude en subvenciones públicas = En Andalucía la corrupción institucional es el sistema ¡¡¡¡¡HAY QUE BOTARLOS!!!!


El exsecretario andaluz de Universidades condenado a un año de prisión por fraude


Francisco Triguero, ex secretario general de Universidades

  • El tribunal entiende que Francisco Triguero y el funcionario Joaquín Torres defraudaron las ayudas millonarias a la Fundación para la Investigación del Bienestar Integral de los Ciudadanos

Primera condena a un ex alto cargo de la Junta por fraude en subvenciones públicas


  • El ex secretario general de Universidades de la Junta, condenado a un año por fraude en subvenciones en el caso del CIBIC de Málaga
  • Arranca el juicio por el fraude millonario con subvenciones para el edificio CIBIC 




El exsecretario andaluz de Universidades condenado a un año de prisión por fraude

Francisco Triguero, ex secretario general de Universidades
  • El tribunal entiende que Francisco Triguero y el funcionario Joaquín Torres defraudaron las ayudas millonarias a la Fundación para la Investigación del Bienestar Integral de los Ciudadanos

Francisco Triguero, ex secretario general de Universidades, Investigación y Tecnología de la Junta de Andalucía ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal 11 de Málaga a un año de prisión por un delito de fraude de subvenciones en las ayudas millonarias concedidas a la Fundación para la Investigación del Bienestar Integral de los Ciudadanos (Fibic) para la creación de un centro de innovación denominado Centro de Investigación para el Bienestar Integral de los Ciudadanos (Cibic) en Parque Tecnológico de Andalucía en Málaga. También se condena a la misma pena a Joaquín Torres, funcionario de la administración andaluza en la Secretaría General de Universidades por los mismos hechos.

El Juzgado considera probado que tramaron un plan para conseguir la financiación pretendida para finalizar el edificio, ocultando a la inspección la información relativa a ayudas previas concedidas al proyecto y que hubieran determinado la denegación de los importes solicitados a la Junta de Andalucía. El relato de los hechos se revela que, en septiembre de 2011, el Patronato de la Fundación acordó solicitar al Gobierno andaluz una subvención de 11,5 millones de euros, petición que se tramitó, acompañando diversa documentación, entre la que se encontraba una memoria técnico-económica explicativa de la construcción del edificio, que ya había recibido otras subvenciones públicas.

En noviembre de ese mismo año tuvo lugar otra reunión del Patronato, tras la cual los acusados, «conscientes de los obstáculos que suponían el haber recibido previamente subvenciones para la construcción del edificio por parte del Ministerio de Educación y Ciencia, así como la circunstancia de que sobre ellas pesaran procedimientos de reintegro, decidieron ocultar estos hechos». Fue entonces cuando el funcionario condenado requirió a una empleada para que redactara una nueva memoria técnico-económica «en la que se suprimieran las referencias a subvenciones anteriores». Pese a la nueva memoria, la Intervención General de la Junta denegó la ayuda.

El tribunal entiende que esto se hizo «siguiendo las directrices de Francisco Triguero» para solicitar una nueva subvención de 15,5 millones, cifra en la que se incluía el importe de la subvención a la que se renunciaba. Esta segunda solicitud, junto con la memoria modificada, fue efectivamente presentada en diciembre de 2011. Se tramitó un nuevo expediente excluyéndose cualquier referencia a subvenciones anteriores. «Fruto de dicha ocultación, se emitió informe favorable» por parte de la Intervención andaluza en enero de 2012 el propio Triguero propuso la concesión de la subvención que él mismo había solicitado.

El importe no llegó a ser entregado materialmente a la fundación. Sólo la cantidad de 2.555.221,95 euros se consideró abonada por la propia resolución, mediante la compensación con la deuda que la fundación asumía como consecuencia de la obligación de reintegrar la subvención a la que renunciaba. En total, entre el Gobierno central y la Junta aprobaron conceder 19,4 millones de euros, cuando la construcción del Cibic se fijó en 16,9 millones de euros.

Finalmente, el Juzgado de lo Penal 11 de Málaga los condena por el fraude, pero los absuelve del delito de prevaricación. A su vez, ratifica la absolución del resto de procesados, entre ellos el director del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), Felipe Romera, el exrector de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) Juan Manuel Suárez Japón, la tesorera de la Fundación, Cristina Díaz, y la funcionaria, Inmaculada Vera.


http://www.elmundo.es/andalucia/2018/05/04/5aec9d04e2704e196d8b4695.html
Primera condena a un ex alto cargo de la Junta por fraude en subvenciones públicas


  • El ex secretario general de Universidades de la Junta, condenado a un año por fraude en subvenciones en el caso del CIBIC de Málaga

El ex secretario general de Universidades de la Junta de Andalucía, Francisco Triguero, es ya el primer ex alto cargo de la Administración andaluza condenado por la concesión irregular de una subvención a la espera de lo que finalmente suceda con el escándalo de los cursos de formación o con el propio caso ERE, en los que se investiga y se juzga igualmente el destino supuestamente fraudulento de cientos de millones de euros en ayudas públicas.

A Triguero la juez de lo Penal 11 de Málaga le considera uno de los dos responsables de que la Junta concediera una subvención de 15,5 millones de eurosa la Fundación para la Investigación del Bienestar Integral de los Ciudadanos (FIBIC), de la que el ex secretario general de Universidades fue patrono y que nació con el teórico objetivo de colocar al ciudadano en el centro de las estrategias de innovación.

Para lograr tal fin, el FIBIC -del que también formaba parte la Universidad Internacional de Andalucía junto a la Consejería de Innovación- proyectó la construcción de un modernísimo edificio al que bautizaron como Centro de Innovación para el Bienestar Ciudadano en pleno corazón del Parque Tecnológico de Andalucía. Y ahí entran en juego las ayudas públicas.

Según la sentencia del Juzgado de lo Penal 11 de Málaga, que se conoció ayer, Triguero ideó y ejecutó un «plan» para, burlando todos los controles y la normativa vigente, conseguir luz verde a una subvención de 11,5 millones de euros a FIBIC que le iban a permitir, por un lado, terminar de construir parcialmente su sede y, por otro lado, hacer frente a los expedientes de reintegro de otras subvenciones.






Junto a Francisco Triguero, la juez Serrano culpa y condena a uno de sus colaboradores más directos, el entonces coordinador de la Dirección General de Universidades y, al mismo tiempo, secretario general de la Agencia Andaluza del Conocimiento, Joaquín Torres.

A los dos les condena a un año de cárcel por un delito de fraude de subvenciones, además de al pago de una multa de 2,5 millones de euros a cada uno de ellos. Les absuelve, no obstante, del otro delito por el que estaban imputados, prevaricación.

La sentencia, por otro lado, absuelve a los otros cuatro encausados en este procedimiento, entre ellos el ex rector de la UNIA, Juan Manuel Suárez Japón, que formaba parte del patronato de la FIBIC, o el director del PTA, Felipe Romera, después de que lFiscalía retirase la acusación contra ellos.

Triguero y Torres, destaca la magistrada en su sentencia, «tramaron» un plan para conseguir la financiación que necesitaba la fundación malagueña y, para ello, llegaron a información a la Intervención General de la Junta y la propia Administración andaluza en el expediente correspondiente.

El principal problema para acceder a la subvención era, precisamente, las ayudas públicas que ya había recibido la FIBIC, tanto del Gobierno central como de la propia Junta andaluza. Conscientes de ello, cuenta la resolución del Juzgado de lo Penal 11 de Málaga, y del escollo que igualmente suponía el que les hubieran exigido la devolución de esas ayudas, los dos condenados decidieron ocultar estos datos.

La Intervención General ya se había manifestado en contra de una primera solicitud de subvención y, por eso, acordaron que se elaborase una nueva solicitud en la que ya no constase referencia alguna a anteriores ayudas o reintegros pendientes. Ésta sí pasó los controles y el ex secretario general de Universidades pudo proponer la concesión de la ayuda, aunque la FIBIC sólo recibió 2,5 millones de euros porque con la ayuda se compensó otra que había que devolver.

Sin intención.

En su declaración, Triguero mantuvo que «en ningún caso hubo intención de ocultar datos a la Intervención», apuntando que ésta «tenía conocimiento de las ayudas recibidas» por otras solicitudes previas en las que aparecía, reconociendo un interés de la administración en que saliera adelante el proyecto «pero no fuera de la ley» y negó que él tuviera un empeño personal fuera de derecho en ello y que influyera en los funcionarios.

La jueza considera que las manifestaciones realizadas por los acusados deben «ser consideradas desde su legítimo derecho de defensa», para lo que ha tenido en cuenta la documentación existente y las declaraciones en el juicio tanto por los testigos, como por el resto de procesados respecto de los cuales se retiró su acusación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Identifícate para poner comentarios.
Los comentarios solo se podrán poner durante unos días...