jueves, 16 de noviembre de 2017

Un juez investiga un posible acoso laboral en un instituto tras la muerte por infarto de un profesor + Un informe oficial admite indicios de acoso laboral en el instituto investigado + In memoriam a Pepe Portillo: acoso laboral, por Cornelia Cina Minnor. + «Hay directores que gestionan el instituto como si fuera un cortijo» = Sin palabras, se lo que es, nunca jamás se debe mirar hacia el otro lado, hay que actuar, pero ni la Administración, ni los jueces intervienen, sus responsabilidades tendrán....jamás debe dejarse a los compañeros solos, es la única manera de minimizar el daño, para revertirlo. Hay que hacer un frente común y parar los pies a los acosadores de manera unitaria, y sin fisuras. Nunca seas cómplice de algo así ; lo arrastrarías en tu historia vital, no hay excusa, si miras hacia otro lado y callas, serás cómplice, versus"colaborador necesario"

EDUCACIÓN Un juez investiga un posible acoso laboral en un instituto tras la muerte por infarto de un profesor


  • La viuda del docente denuncia a la Consejería de Educación por haber ignorado las quejas durante años del fallecido y de otros docentes del instituto
  • Días antes de que la víctima sufriera un infarto, un inspector le exigió que no volviera a llevar sus problemas a la delegación

EDUCACIÓN. Un informe oficial admite indicios de acoso laboral en el instituto investigado


  • La intervención de la Junta se produjo tras el fallecimiento de un profesor por infarto

In memoriam a Pepe Portillo: acoso laboral, por Cornelia Cina Minnor.



EDUCACIÓN.«Hay directores que gestionan el instituto como si fuera un cortijo»


Javier Puerto, presidente de APIA

  • La Asociación de Profesores de Instituto denuncia que hay numerosos docentes acosados por la dirección del centro y que muchos acaban de baja por depresión




http://www.eldemocrataliberal.com/2017/11/in-memoriam-pepe-portillo-acoso-laboral.html

http://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-directores-gestionan-instituto-como-si-fuera-cortijo-201711151313_noticia.html#ns_campaign=amp-mod-lo-mas&ns_mchannel=leido&ns_source=hay-directores-que-gestionan-el-instituto-como-si-fuera-un-cortijo&ns_linkname=section.noticia.foto.sevilla&ns_fee=pos-3&vtm_loMas=si

EDUCACIÓN

Un juez investiga un posible acoso laboral en un instituto tras la muerte por infarto de un profesor



  • La viuda del docente denuncia a la Consejería de Educación por haber ignorado las quejas durante años del fallecido y de otros docentes del instituto
  • Días antes de que la víctima sufriera un infarto, un inspector le exigió que no volviera a llevar sus problemas a la delegación

Un juzgado de Sevilla investiga un posible caso de acoso laboral tras la muerte por ataque cardiaco de un profesor en un Instituto de Educación Secundaria de la capital y tras un largo enfrentamiento entre el docente y el director del centro.

El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla ha tomado ya declaración a la esposa del fallecido, Raquel Mateos, y ha enviado a la Consejería de Educación un requerimiento para que aporte información sobre las actuaciones que su delegación territorial en Sevilla realizó a raíz de las quejas que el fallecido trasladó a la administración pidiendo su amparo ante los atropellos de que estaba siendo objeto por parte del director del instituto, según ha podido saber EL MUNDO.

La investigación abierta por la Justicia se inicia a raíz de la denuncia de la propia Raquel Mateos contra el director del centro y contra la delegación en Sevilla de la Consejería de Educación por delitos contra la integridad moral, malversación de caudales públicos y prevaricación. En su escrito, la denunciante acusa a la administración de haber ignorado sistemáticamente todas las quejas que les hizo llegar el profesor fallecido, José Portillo García, hasta el punto de que le prohibieron volver a presentarse ante la delegación territorial a plantear los problemas que se estaban produciendo en el centro con el director.

Según el relato de los hechos realizado por Mateos ante el juez, el director del centro, desde 2008 y hasta su cese en julio de 2016, "ejerció una actitud de acoso y hostigamiento sobre diversos trabajadores del centro, que fue particularmente intensa sobre José Bernardo Portillo García".

Ya en 2009, el claustro de profesores del centro remitió una carta al inspector en la que, entre otras cuestiones, subrayaba que el director "utiliza la persecución personal, el amedrentamiento, etc. para ocultar su falta de liderazgo y conocimientos, personalizando todas las decisiones, totalmente arbitrarias, que se toman y que carecen de todo fundamento lógico y de índole corporativo (...). Tiene por costumbre gritar, amedrentar, avasallar, coaccionar y amenazar, también a los alumnos (además de a los compañeros) y a cualquiera del colectivo de trabajadores, por cualquier motivo o circunstancia que a él le parecen, de manera totalmente arbitraria, siento este hecho reiterativo año tras año".

En un momento dado, añade la denuncia, José Portillo trasladó todo lo que estaba ocurriendo al Consejo Escolar "y esto acrecentó la animadversión del director hacia él, por lo que empezó a hacerle la vida imposible".

Ejemplos de acoso

Entre los ejemplos de acoso se cita el "aislamiento", ya que no se le informaba de las reuniones de profesores y se le ignoraba cuando estaba presente; "la obstrucción a su ejercicio de docencia, por ejemplo, cerrando el salón de actos para que no pudiera impartir clases; las amenazas, insultos y gritos hacia su persona; las represalias hacia las personas que le mostraban su apoyo".

En el escrito ante el juez, se afirma igualmente que el director "usaba el centro a su antojo para impartir los sábados clases particulares de la academia privada en la que trabajaba o para celebrar reuniones de la comunidad de propietarios de la que formaba parte la vivienda en que residía, incluso en el salón de actos".

Además, se aportan los nombres y apellidos de profesores y alumnos que han sido testigos y/ o víctimas de los comportamientos supuestamente denigrantes y totalitarios del director.

El 18 de diciembre de 2015, José Portillo tuvo una reunión con un inspector de la delegación de Educación, "que le dice que no vaya a la inspección con más problemas y que los resuelva en el centro". "Ése fue su último día laboral, pues se fue de vacaciones de Navidad y, el 06 de enero de 2016, a las 17 horas, día inmediatamente anterior a reincorporarse al IES, sufre un taponamiento cardiaco secundario a rotura de aorta torácica que le causa el fallecimiento instantáneo". "Es evidente -apunta la viuda en su denuncia ante la Justicia- que la situación de estrés y presión que sufría, por la que había pedido a su cónyuge que no hablasen en su casa de la situación del centro, unido a la inminencia de su reincorporación, fue un factor de riesgo para que ocurriese dicho accidente".

Finalmente, el 21 de junio de 2016 varios profesores pusieron una nueva denuncia ante la delegada territorial de Educación, provocando la dimisión del director que, sin embargo, sigue ejerciendo como docente en el mismo centro.

El titular del juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla, Carlos Mahón, ha abierto diligencias y tomado declaración a la viuda, quien se ha ratificado en la información aportada por escrito. Además, con fecha de 19 de octubre de 2017, ha pedido a la Delegación de Educación en Sevilla que facilite todas las denuncias y actuaciones llevadas a cabo en relación con el director del IES desde el año 2009.

Por su parte, la acusación ha pedido al juez que tome declaración a varios profesores del centro, a un representante de los padres de alumnos, a dos inspectores de la delegación de Educación y a dos técnicos de su unidad de riesgos laborales y del comité para la prevención del acoso laboral.

EL MUNDO se ha puesto en contacto con la delegación de la Consejería de Educación de Sevilla para conocer qué acciones emprendió a raíz de las denuncias recibidas y si consta algún expediente disciplinario sobre el funcionario a lo largo de todos los años en los que se sucedieron las quejas y testimonios sobre el presunto acoso, sin que de momento haya obtenido respuesta alguna.

EDUCACIÓN

Un informe oficial admite indicios de acoso laboral en el instituto investigado




  • La intervención de la Junta se produjo tras el fallecimiento de un profesor por infarto

Un informe interno de la Delegación de la Consejería de Educación de Sevilla admitió que existían indicios de acoso laboral en el mismo instituto sevillano que está siendo investigado por la Justicia tras la muerte por infarto de un profesor.

Como ya informó EL MUNDO en su edición de ayer, el titular del juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla investiga un posible caso de acoso laboral tras la muerte por un ataque cardiaco de un profesor en el Instituto de de Educación Secundaria Murillo de la capital andaluza y tras un largo enfrentamiento entre el docente y el director del centro.

El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla ha tomado ya declaración a la esposa del fallecido, Raquel Mateos, y ha enviado a la Consejería de Educación un requerimiento para que aporte información sobre las actuaciones que su delegación territorial en Sevilla realizó a raíz de las quejas que el fallecido trasladó a la administración durante años y que reflejaban la situación de conflicto vivida. En todo ese tiempo, los inspectores de la delegación de Educación se limitaron a recibir al docente aunque nunca se abrió una investigación formal.

A raíz de la muerte de José Bernardo Portillo, su viuda presentó una queja ante la delegación de Educación en Sevilla por el supuesto acoso laboral de que su marido había sido objeto durante años, según su versión. Fue entonces cuando la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales realizó un estudio diagnóstico que concluyó que cinco personas del mismo instituto «pueden ser valoradas como una posible situación de conflicto personal (sic) y de ellas dos personas con alta probabilidad de padecer acoso laboral».

Con los resultados de aquel estudio entre los profesores del centro, el servicio de Inspección de la Delegación de Educación emitió un informe en junio de 2016 en el que se afirma que «queda palpable que existe una alta probabilidad de acoso por intimidación manifiesta».

El mismo informe concluye que no es posible, dado el fallecimiento de la presunta víctima, acreditar otra cosa que no sea la existencia de «un enfrentamiento entre el docente y el director». Pese a lo cual, añade, «sí se pueden establecer conclusiones sobre otras situaciones de presunto acoso en el centro por parte del director a otros miembros del claustro».

La investigación judicial se ha abierto a raíz de la denuncia presentada por la viuda del profesor contra el que fuera director del instituto, Adolfo Ávila, y contra la Delegación de Educación de Sevilla, en calidad de responsable civil directo.

Adolfo Ávila, que dimitió como director del centro en julio de 2016, negó ayer a EL MUNDO haber acosado al docente fallecido, aunque sí admitió haber mantenido varios enfrentamientos con él, y le acusa de haber emprendido una campaña de insultos y descalificaciones entre el profesorado y los alumnos con el único fin de ponerlos en su contra.

Adolfo Ávila ha anunciado que se querellará contra la viuda de José Portillo por las graves acusaciones realizadas contra su persona. Negó también las acusaciones que ésta ha hecho en relación al uso irregular de las instalaciones del centro, si bien aclaró que el instituto había alquilado sus aulas a una academia en la que él trabajaba, pero con la aprobación expresa del Consejo Escolar. El ex director rechazó, por contra, tajantamente haber utilizado las dependencias del instituto para celebrar reuniones de su comunidad de vecinos, tal y como también se expresaba en la denuncia realizada por Raquel Mateos.

En lo único en que coinciden ambas versiones es en afirmar que la delegación de Educación no intervino nunca con determinación para solucionar el conflicto y se limitó a escuchar en varias ocasiones a los docentes, sin abrir ninguna investigación formal hasta que no se produjo el fallecimiento por infarto de José Portillo y las quejas reiteradas de su viuda ante la administración.

http://www.eldemocrataliberal.com/2017/11/in-memoriam-pepe-portillo-acoso-laboral.html


In memoriam a Pepe Portillo: acoso laboral




Me he alegrado de que la mujer de José Bernardo Portillo García haya tenido el coraje, la dignidad, la valentía y los arrestos de denunciar al presunto hostigador de su marido, el profesor fallecido de Lengua y Literatura Española, Pepe Portillo. Asimismo, hay que puntualizar que la denuncia tiene dos focos: el ex director del IES Murillo, por su acción acosadora, y la Consejería de Educación, por omisión y dejación de sus funciones –Ley 7/2007 de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público, en cuyo artículo 95, punto 2  tipifica como falta muy grave el acoso laboral-.

Hace casi treinta años, tuve la suerte de conocer al difunto profesor Portillo. Persona que no dejaba indiferente a nadie, Pepe era un profesional brillante, imaginativo, trabajador, entusiasta como lo demuestran premios y el reconocimiento de sus compañeros y alumnos, a los que dejó su impronta, anécdotas de su fuerte y combativo carácter, además de un gran sentido del humor cáustico y absurdo, rezumando vitalidad, inteligencia, simpatía, ironía y sarcasmo a raudales. Características y valores que descolocaban y desfragmentaban a inseguros, totalitarios y carpetovetónicos. Más cuando Pepe, incansable denunciador de ilegalidades, cortijismo -de uno u otro bando- y desmanes, señalaba sin despeinarse a los caciques que se iba encontrando en su vida.

La buena noticia de la admisión de la denuncia en el juzgado nº 2 de Sevilla la tienen Vds. en este enlace de El MundoLos pormenores de larguísimo recorrido de la secuenciación del acoso están sub iudice. Y de cada uno de ellos debería de tener documentación la Delegación provincial. Él lo registraba todo. Empero no sólo fue acosado el profesor Portillo, sino otros miembros del claustro del IES Murillo de Sevilla y con escritos pertinentemente remitidos. El conocimiento de los presuntos excesos, faltas de respeto, ademanes despóticos del antiguo directivo -2008/2016- del citado centro educativo eran vox populi entre la comunidad educativa.



¿Tiene la Consejería de Educación protocolos de actuación en materia de acoso laboral -moral o psicológico en el trabajo-? Sí, y extensibles a todos los empleados públicos, datando de 2014. Aplicables a todos lo ámbitos de la Administración, pueden consultarse en el siguiente enlace. ¿Se activaron tales protocolos? ¿Se creó por parte del Delegado/a provincial la comisión de investigación a tal efecto, como marca el III, 1-a? ¿Y las Unidades de Riesgos Laborales? ¿Y el jefe de personal? ¿Se elevaron los informes -si existen- a la Dirección General de Seguridad y Salud Labora? ¿Se inició el procedimiento según se señala en los puntos V, 1, V, 2,  V3 y V4 con el informe preceptivo? ¿Hubo resolución del comité? Es más: ¿ALGUIEN HIZO ALGO?¿Los sindicatos?


Si nos centramos en el anexo de los citados protocolos hay una tipología aproximativa de conductas acosadoras señalados por la propia Administración:


  1. Dejar a la persona pública, de forma continuada, sin ocupación efectiva o incomunicada, sin causa alguna que lo justifique.
  2. Dictar órdenes de imposible cumplimiento con los medios que se le asignen.
  3. Ocupación en tareas inútiles que no tienen valor productivo.
  4. Acciones de represalia frente a personas empleadas públicas que han planteado quejas, denuncias o demandas frente a la organización o frente a las que han colaborado con quienes reclaman.
  5. Insultar o menospreciar repetidamente a una persona empleada pública.
  6. Reprenderla reiteradamente delante de otras personas.
  7. Difundir rumores falsos sobre su trabajo o vida privada.


Llamativo sería que la propia Administración -juez y parte- fuera la que los aplicase cuando, como hemos visto casos de tantos funcionarios expedientados -o en curso de serlo- y acosados de facto, como Teodoro Montes,  Pepe Portilloel caso denunciado por Luis Escribano en "Aznalcóllar: la historia jamás contada" o su destitución misma, Jaime  González, y un largo etcétera como se denuncia en este vídeo de "El Cortijo" Episodio IV: "Los perseguidos" del Dr Candel y mis dos compañeros de este diario digital -Escribano y Barreda-, presuntamente la Administración era la supuesta acosadora, en algunos casos; o se ha desentendido de sus funciones, en otros.

Según lo publicado, la Consejería en materia educativa era conocedora del mobbing y no hizo nada para evitarlo. Lo cual, de demostrarse tal extremo, le acarrearía lo que determine la Ley -por delitoscontra la integridad moral, malversación de caudales públicos y prevaricación, según El Mundo-habida cuenta de que días antes del fallecimiento del profesor Portillo, se le habría prohibido a éste, personarse en la Delegación provincial -por parte de la Inspección Educativa- para aducir, adjuntar más testimonios, quejas y pruebas de su situación límite.

Por una parte, la judicialización del caso va a evidenciar el abandono, la desidia y la absoluta incompetencia de la Delegación hispalense educativa y, por extensión, de la Consejería de Educación, tras haber actuado como Pilatos, en materia de riesgos laborales, acoso laboral y desprotección de sus trabajadores docentes.

Por otra parte, el mutismo y silencio absoluto en el centro educativo es sepulcral. Y hay que respetarlo. A todos se les debe de pasar por la cabeza si no pudieron hacer más y eso les acompañará siempre, lamentablemente. Pero ayudaría que aportaran las pruebas técnicas, documentales, testificales, otras denuncias, etc. El desarrollo de este caso será seguido con gran interés, sin duda alguna, por los empleados públicos andaluces.

Para las personas a las que pueda ser de utilidad, como referencia judicial exitosa en materia de mobbing, en este caso en Sanidad, he encontrado la Sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de Castilla y León con fecha 14 de noviembre de 2014 (rec.1684/2011). Asimismo, para un estudio jurídico in extenso, pueden consultar el siguiente enlace.

Coda: in memoriam a Pepe Portillo, gracias.


http://www.eldemocrataliberal.com/search/label/Cornelia%20Cinna


http://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-directores-gestionan-instituto-como-si-fuera-cortijo-201711151313_noticia.html#ns_campaign=amp-mod-lo-mas&ns_mchannel=leido&ns_source=hay-directores-que-gestionan-el-instituto-como-si-fuera-un-cortijo&ns_linkname=section.noticia.foto.sevilla&ns_fee=pos-3&vtm_loMas=si

«Hay directores que gestionan el instituto como si fuera un cortijo»

 Javier Puerto, presidente de APIA
  • La Asociación de Profesores de Instituto denuncia que hay numerosos docentes acosados por la dirección del centro y que muchos acaban de baja por depresión

El caso del profesor del Instituto Murillo fallecido de un infarto y cuya viuda ha denunciado que estaba siendo víctima de acoso laboral en el centro donde trabajaba no es el único. Hay otros numerosos casos de docentes que han denunciado ser objeto de acoso laboral por sus jefes y que incluso gestionan el instituto como si fuera «su cortijo».

Según explica el presidente de la Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía, APIA, Javier Puerto, reciben numerosas denuncias de profesores que se quejan de estar sufriendo acoso por parte de los directores de los centros. Porque, según sostiene, aunque hay muchos responsables de los institutos que son «muy buenos», hay otros que «funcionan en sus centros como auténticos cortijos».

Esas denuncias, que tramita la asesoría jurídica del sindicato de profesores, están relacionadas siempre con docentes que aseguran que los responsables de los centros están abusando de su autoridad y «utilizando sus instrumentos de poder» para excederse a veces con los docentes.

Por ello, esos docentes acuden a APIA a denunciar esas situaciones de supuesto acoso laboral. Como cuando uno de ellos trata un determinado tema con los alumnos durante la clase y, al día siguiente, el director le pide explicaciones. «A veces no se les deja ni respirar», denuncia el presidente de APIA que asegura que esos profesores se quejan porque reciben constantemente escritos del director del centro recriminándoles, les convocan a reuniones fuera del horario, sufren aislamiento o incluso no les dejan intervenir en el claustro de profesores.

«No queremos criminalizar ni culpabilizar a los directores pero a veces se basan en sospechas para actuar de esa forma», dice Puerto insistiendo en que la asesoría jurídica de APIA tramita estos casos y que la inspección educativa de la delegación provincial de la Junta de Andalucía hace caso omiso de estas denuncias. «Hacen oídos sordos», dice el presidente de APIA recalcando que la Junta de Andalucía únicamente se interesa por los casos en los que hay una sanción.

Las consecuencias de este acoso laboral suelen ser estrés, falta de sueño, situaciones de ansiedad y, en casos extremos, depresión. De hecho, según APIA, los profesores son una de las profesiones en las que se dan más bajas por depresión. Porque, según recalca el presidente de APIA, son víctimas de un acoso que, en la mayoría de los casos, se ejerce «como una lluvia fina». Y luego pasa factura.





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