La Junta purga a Luis Escribano, funcionario y editor de 'El Demócrata Liberal'.
- Ni la Cámara de Cuentas ni la Inspección General de Servicios de la Consejería de Hacienda han encontrado ni una sola irregularidad.
.......la Junta contactó con Escribano para ofrecerle un nuevo puesto, igualmente de manera arbitraria, porque no cumple el requisito exigido en la RPT para ocupar dicho puesto, carece de experiencia en el ámbito sanitario donde se localiza su nuevo destino, resulta perjudicado económicamente –6.000 euros menos al año– y en futuros concursos de méritos. Por si fuera poco, está muy alejado de su residencia habitual. De "venganza" califica Escribano la resolución.
Escribano, públicamente vinculado a las asociaciones profesionales de funcionarios, ha sido siempre partidario de una administración profesional, eficaz y sin adscripciones partidistas. Ha sido insistente su oposición al crecimiento de una administración "paralela" situada al margen del Derecho y participó activamente en las manifestaciones de empleados públicos y funcionarios contra el enchufismo.
Por otra parte, es conocida su perseverancia en la lucha contra el hecho de que los entes "paralelos" de esa administración sin control del Derecho Administrativo puedan atribuir actividades propias de funcionarios a personal que no tiene ese carácter laboral y profesional.
Por último, hay que considerar necesariamente que esta "purga" tiene que ver con la edición de El Demócrata Liberal, una de las pocas publicaciones de índole liberal y muy crítica con la gestión que el PSOE, apoyado por Ciudadanos, está haciendo sobre la realidad andaluza.
Conclusión.
Cuando un excelente profesional, que defiende como funcionario, la legalidad y el interés general de los ciudadanos recibe por ello, un trato indigno, sobran las palabras y se demuestra una vez más, que siguen ERE, que ERE, porque la naturaleza de los junteros es la que es, nunca cambian.
La Junta purga a Luis Escribano, funcionario y
editor de 'El Demócrata Liberal'
- Ni la Cámara de Cuentas ni la Inspección General de Servicios de la Consejería de Hacienda han encontrado ni una sola irregularidad.
El pasado 11 de noviembre, Luis Escribano del Vando, funcionario del Cuerpo Superior que ocupaba desde 2012 la Jefatura del
Servicio de Cooperación Económica de la Dirección General de la Administración
Local de la Consejería de Presidencia y Administración Local de la Junta de
Andalucía, cuyo titular es la mano derecha de Susana Díaz, Manuel Jiménez Barrios, recibió el cese sin
explicación alguna.
Según ha podido saber Libertad
Digital
en conversación con Luis Escribano, el día 1 de noviembre fue citado en el
despacho del exalcalde de Chauchina (Granada), Juan Manuel
Fernández Ortega, desde 2015 director general de Administración Local. En la breve entrevista, el
socialista granadino le espetó a Escribano que "no le gustaba" el
modo en que su Servicio trataba a los Ayuntamientos, motivo por el cual le
comunicaba su cese.
En fuentes del departamento, se ha conocido que
el interés del actual director general se vuelca casi exclusivamente en los
pueblos y municipios de la provincia de Granada, no deseando pues que el
Servicio de atención a municipios recayera en alguien que se ha destacado por
el respeto escrupuloso de la normativa legal y la aplicación del principio de
igualdad de trato en la atención a todos los municipios andaluces, los gobierne
quien los gobierne.
De hecho, tanto la Cámara de Cuentas como la
Inspección General de Servicios de la Consejería de Hacienda han fiscalizado el
trabajo de su Servicio sin encontrar ni una sola
irregularidad.
Curiosamente, Escribano fue felicitado por el director general
anterior de la Junta de Andalucía, Francisco
Javier Camacho González, el 3 de noviembre de 2014, por "el trabajo
desarrollado en la tramitación de los expedientes económicos de gasto
correspondientes a la línea de subvenciones para la restitución de
infraestructuras e instalaciones municipales dañadas por situaciones de
emergencia, catástrofe y calamidad pública, consiguiendo un meritorio nivel de
ejecución en el cierre de ejercicio presupuestario". Los anteriores
directores generales también le felicitaron.
Sin embargo, la Junta ha explicado que el cese de
Escribano se debe a que, siendo el suyo un puesto de libre designación, puede
ser destituido en cualquier momento sin motivación alguna.
Escribano, sin embargo, ha exigido, sin resultado, una motivación razonada de
su cese al Consejero de Presidencia, Jiménez Barrios porque lo ocurrido es una
muestra más de la arbitrariedad que reina en la Junta de Andalucía, aunque esté
prohibida por la Constitución.
Extrañamente, la Consejería decidió que Escribano
se fuera a su casa durante más de dos semanas hasta que le
encontraran un nuevo destino, anómala decisión que fue protestada por el
afectado porque "no puedo entender que tras el cese de un funcionario se
le diga que se quede en su casa dos semanas, quedando a la espera de la
asignación de un nuevo puesto de trabajo. La Administración General de la Junta
de Andalucía, con las necesidades de personal que tiene, debería tener previsto
algún sistema para evitarlo, pues no es razonable ni ético que haya personal
ocioso con las necesidades que existen de personal".
Este mismo miércoles, la Junta contactó con
Escribano para ofrecerle un nuevo puesto, igualmente de manera arbitraria,
porque no cumple el requisito exigido en la RPT para
ocupar dicho puesto, carece de experiencia en el ámbito sanitario donde se localiza su nuevo destino, resulta perjudicado
económicamente –6.000 euros menos al año– y en futuros concursos de
méritos. Por
si fuera poco, está muy alejado de su residencia habitual. De "venganza" califica Escribano la resolución.
Por una Andalucía liberal
Esos parecen ser, en realidad, los motivos de la
purga ejecutada por la Junta de Andalucía sobre Luis Escribano del Vando que se
ha significado en esos tres frentes que se oponen frontalmente al
funcionamiento del régimen andaluz.
Escribano ha sido y es un defensor esforzado del imperio del Derecho, especialmente del Derecho Administrativo, en todos los niveles de la
administración andaluza, dejando fuera privilegios, arbitrariedades y caprichos
que han dado paso a los más espectaculares casos de corrupción de la historia
andaluza reciente, de los ERE a Invercaria pasando por los cursos de formación
o los fondos Jeremie.
Escribano, públicamente vinculado a las asociaciones profesionales
de funcionarios, ha sido siempre partidario de una
administración profesional, eficaz y sin adscripciones partidistas. Ha sido
insistente su oposición al crecimiento de una administración
"paralela" situada al margen del Derecho y participó activamente en
las manifestaciones de empleados públicos y funcionarios contra el enchufismo.
Por otra parte, es conocida su perseverancia en
la lucha contra el hecho de que los entes "paralelos" de esa
administración sin control del Derecho Administrativo puedan atribuir
actividades propias de funcionarios a personal que no tiene ese carácter
laboral y profesional.
Por último, hay que considerar necesariamente que
esta "purga" tiene que ver con la edición de El Demócrata Liberal, una de las
pocas publicaciones de índole liberal y muy crítica con la gestión que el PSOE,
apoyado por Ciudadanos, está haciendo sobre la realidad andaluza.
Se van a cumplir en enero dos años de la
aparición de esta publicación en la que escriben significados críticos del
"régimen andaluz", funcionarios relevantes, economistas, periodistas
y conocidos liberales que fueron miembros de UCD, como Luis
Marín Sicilia. No puede ser extraño a su cese el hecho de que el coordinador de la
publicación sea Luis Escribano.
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