martes, 7 de abril de 2015

Sres políticos, tengan dignidad. Máxima difusión. El PSOE quiere implicar tanto a C's como a Podemos en la investidura + Video de Alvaro Ojeda = Por dignidad, hay que repetir las elecciones; por vuestros electores y por el audio de la "Sabalete" ; porque el partido que se señale y permita la continuidad del "Régimen", hay que echarlo; que viene el diablo y pactan con el, les da todo igual

Porque la verdad sólo tiene un camino.




 El PSOE quiere implicar tanto a C's como a Podemos en la investidura = vestir el “muñeco” de lo inadmisible para ¿Permitir la continuidad del  “Régimen”?
  •  Ambos partidos endurecen sus condiciones para abstenerse en la votación
  •  La negociación, pendiente de las declaraciones de Chaves y Griñán y de las elecciones



 

El PSOE quiere implicar tanto a C's como a Podemos en la investidura
 Ambos partidos enduerecen sus condiciones para abstenerse en la votación
 La negociación, pendiente de las declaraciones de Chaves y Griñán y de las elecciones


Arranca una larga y ardua negociación para la investidura del próximo presidente de Andalucía. El PSOE, en principio, persigue implicar en la proclamación de Susana Díaz a los dos nuevos partidos del arco parlamentario, Podemos y Ciudadanos, en un pacto global que alcance algo más que la Junta de Andalucía. Los apoyos de ambos en ayuntamientos de capitales y otras comunidades supondría una alianza contra el PP que podría beneficiar a los tres. El problema es cómo construir un relato conveniente para todas las partes a las puertas de unas elecciones municipales, autonómicas y generales.

Para que ni Ciudadanos ni Podemos carguen con la responsabilidad de hacer presidenta a Susana Díaz con su voto a favor, el PSOE intentará convencerles de que ambos se abstengan. Compartirían así un desgaste electoral que se puede justificar desde el punto de vista de la estabilidad política y con el argumento de que el PSOE fue la lista más votada.

Una vez marcado el objetivo, ahora quedan las negociaciones. Ambos partidos endurecieron ayer sus puntos de partida con condiciones previas difíciles de asumir por el PSOE. Las medidas en materia económica y de regeneración democráctia son negociables, pero la dimisión de los ex presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, imputados en el caso de los ERE, es un obstáculo difícil de salvar.

En principio, los socialistas confían en que salgan absueltos tras declarar próximamente en el Tribunal Supremo. Si resultan imputados de delitos, Susana Díaz y Pedro Sánchez les pedirán que dimitan de sus escaños, cumpliendo así la exigencia de Podemos y Ciudadanos. En el caso de Griñán, además, su acta de senador depende directamente del grupo socialista en el Parlamento, ya que fue nombrado en representación de la comunidad, por lo que quedaría revocado de inmediato.

El tiempo que marque la Justicia con ambos podría ser beneficiosa así para la negociación de la investidura, que puede dilatarse durante dos meses.

El otro condicionante de las conversaciones son las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo. El PSOE ve en este sentido más conflictiva la postura del partido de Albert Rivera que la de Podemos. Encuestas como la publicada por EL MUNDO sobre la comunidad y el ayuntamiento de Madrid hacen observar a los negociadores posibles puntos de encuentro con la formación liderada por Pablo Iglesias. Un apoyo mutuo podría permitir al PSOE hacerse con la Junta de Andalucía y la Comunidad de Madrid a cambio de la Alcaldía de la capital, todo un «símbolo» y un objetivo primordial para el líder de Podemos.

En ese sentido, ya se han abierto conversaciones al más alto nivel. «Con Ciudadanos es más difícil hablar. Juega a otra cosa», explican fuentes socialistas de la negociación, que considerarían un triunfo rotundo conseguir que el PP también se abstuviera en la investidura siguiendo el ejemplo de Podemos y Ciudadanos.

Para ir preparando el terreno, la candidata socialista, Susana Díaz, retomó ayer el discurso del victimismo acusando al presidente delPP, Mariano Rajoy, de «irresponsable». «Se quiere presentar como la estabilidad en España y está boicoteando que Andalucía tenga esa estabilidad», reprochó. «En su partido sí han entendido el mensaje y se ha enterado toda España, pero al presidente del Gobierno le cuesta» asumir el resultado de las elecciones, según la presidenta. «Necesitamos tener un Gobierno cuanto antes, no hay un minuto que perder», insistió.

Por su parte, tanto Albert Rivera como PabloIglesias respaldaron las condiciones previas de sus candidatos en Andalucía para negociar con el PSOE. «El PSOE tiene la oportunidad de romper con el pasado, expulsando a Griñán y a Chaves de sus escaños, que dejen el aforamiento del Supremo, que se vayan a primera instancia y, por tanto, poder hablar de la ley electoral, de la economía en Andalucía, del paro, de la educación», explicó el líder de Ciudadanos en una rueda de prensa en Las Palmas de Gran Canaria.

«Si no se aceptan las líneas rojas no hay nada que hablar. Entenderíamos que hemos sido inútiles para los andaluces», aseguró Iglesias en rueda de prensa en Madrid. «Las negociaciones en Andalucía las dirige Teresa. Es la jefa y cuenta con todo mi apoyo», añadió, para zanjar el debate sobre las discrepancias internas entre la candidata y la dirección del partido.

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