domingo, 15 de febrero de 2015

El Tic-Tac del SAS, por el Loco de Santa Justa, un médico responsable; pongamos los pies en la tierra ....algunos como el, nosotros y otros, no nos resignamos, a eso de que yo lo valgo y yo lo mando y esto es lo que hay; "El Régimen andaluz"....

Profesionales de la Administración, que no se someten y  dicen lo que piensan, nada mas...


El Loco de Santa Justa


En estas últimas semanas hemos visto popularizarse una expresión antigua. La habrán oído en la radio o en la tele; la habrá leído en los periódicos o en los blogs. Se está haciendo un poco cansina, de lo manida. Sí, usted lo acaba de adivinar: se trata del tic-tac. Y no se ponga medallas, que mérito no tiene ninguno. Se anticipaba por el título del post. 

El tic-tac sirve para esto y para lo contrario. Lo han usado – hasta la saciedad – los de Podemos para poner en evidencia la cuenta atrás que queda para las generales y su asalto a los cielos. Ya podemos, digo ya veremos en que queda todo: si en bomba de relojería o en traca de feria. Pero hoy no voy a eso. La política se me antoja sutil e inextricable. 





Como médico de la Sanidad Pública en Andalucía, voy más a lo inmediato. A necesidades más perentorias. Como las amas de casa, que somos ya todas, en un sentido u otro. Para mí el tic-tac es la cuenta atrás para mis residentes de cuarto año, que se van a la puta calle o al contrato basura un mes después de las andaluzas, tras diez u once años de formación. Y eso no es una traca de feria, es un zambombazo en la línea de flotación de las ilusiones de una persona – y de su familia -. Un “hombre o mujer al agua” y un “sálvese quien pueda”. Que te agarres al flotador del contrato-basura del SAS, y agradecido. O mejor, agradecida, dado el perfil de género de la desempleada.




La Administración no  pertenece a los políticos,  sino a todos los ciudadanos; el  22 M,  construye,  defiéndela, con uñas y dientes el bien común,  di no al "Regimen".





En estas últimas semanas hemos visto popularizarse una expresión antigua. La habrán oído en la radio o en la tele; la habrá leído en los periódicos o en los blogs. Se está haciendo un poco cansina, de lo manida. Sí, usted lo acaba de adivinar: se trata del tic-tac. Y no se ponga medallas, que mérito no tiene ninguno. Se anticipaba por el título del post.

El tic-tac sirve para esto y para lo contrario. Lo han usado – hasta la saciedad – los de Podemos para poner en evidencia la cuenta atrás que queda para las generales y su asalto a los cielos. Ya podemos, digo ya veremos en que queda todo: si en bomba de relojería o en traca de feria. Pero hoy no voy a eso. La política se me antoja sutil e inextricable.

Como médico de la Sanidad Pública en Andalucía, voy más a lo inmediato. A necesidades más perentorias. Como las amas de casa, que somos ya todas, en un sentido u otro. Para mí el tic-tac es la cuenta atrás para mis residentes de cuarto año, que se van a la puta calle o al contrato basura un mes después de las andaluzas, tras diez u once años de formación. Y eso no es una traca de feria, es un zambombazo en la línea de flotación de las ilusiones de una persona – y de su familia -. Un “hombre o mujer al agua” y un “sálvese quien pueda”. Que te agarres al flotador del contrato-basura del SAS, y agradecido. O mejor, agradecida, dado el perfil de género de la desempleada.

El otro día me llegó el tuit de una compañera que venía a decir que cuando interiorizó que tras el período formativo venía una larga temporada de precariedad y trabajo basura, se quedó la mar de tranquila. O sea, que lo consiguieron. Es la esencia del PSOE en Andalucía. Que esto es lo que hay y que esto no hay quien lo mueva. Resignación cristiana, macho. O mujer – 70% de la profesión médica es femenina, por no hablar de la enfermería, auxiliares, administrativas y el largo etcétera -. Y me estoy apartando del tema. Borrón y cuenta nueva. Yo hablaba del tic-tac.

También para mí el tic-tac es la cuenta atrás de mis compañeras en ese contrato que se tiene que renovar… O no. Que no se sabe. Que no sabemos si hay dinero. Que los directivos suspiran mirando a un techo donde parece que se esconden los ultradirectivos. Y los ultradirectivos escudriñan un poder galáctico donde deben ocultarse cosas inconfesables – a la luz de lo que se filtra por alcantarillas, juzgados y mentideros -. Cosas que, puestas negro sobre blanco, se niegan de modo airado y se envían al juzgado, in aeternum, donde no suena el tic-tac, sino el tiiiiiiic……. – taaaaaac de la desesperación ciudadana. Y mientras, la vida sigue igual, como cantaba Julio Iglesias. Esto es lo que hay, chica. Lo tomas o lo dejas, que detrás de ti hay siete. Y si no respondes a la llamada de la basura, te penalizamos. Tú misma: basura o nada.

Pero hay otros tic-tac. Y ése sí lo experimento yo en carnes propias. Es el tic-tac – ése lleno de contenido – de las jornadas prolongadas en mal momento por los santos ovarios del monterismo socio-sanitario. De esa decisión tomada porque sí y sin acuerdo, porque yo lo valgo y yo lo mando y porque esto es lo que hay. Y porque cuando viene una sentencia “inapelable” del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía la apelo porque me sale de los ovarios, porque yo lo valgo y yo lo mando y porque esto es lo que hay. Aunque ya no sea monterismo, sino susanismo, que viene a ser lo mismo (¿Lo repito? ¡Pues ahí va subrayado!):que yo lo valgo y yo lo mando y esto es lo que hay. Y el tic-tac suena a las 17:23 minutos, currando desde las 8:32, poniendo la mejor cara. Esperando que el tic-tac termine y te puedas ir a casa exhausto a esperar el tic-tac para el despertador de mañana. A que ese tic-tac lleve por fin a otro tic-tac: el que por la lógica de los tiempos sindicales y políticos lleve el acuerdo de las 37 horas y media al consejo de gobierno y salga de ahí una reglamentación menos canalla. Algo más parecido a lo que se hace en otras consejería o en el resto de España.

Y con esto llego al último tic-tac. El más intangible y en el que podemos hacer menos – o más, según se mire -. Es la cuenta atrás que nos lleva al 22M, donde nos ha metido nuestra ínclita lideresa indiscutible, la reina madre de Andalucía, Susana Mater et Regina, la nueva Eva Perón del cuadrante Sur. Victoria inevitable, según parece. Sin embargo, la victoria es matizable. Puede ser gran goleada, goleada, victoria a secas o victoria pírrica. Pero siempre victoria, eso sí. Pero debemos subrayar que NO da lo mismo. Una gran goleada nos entrega a los trabajadores SAS a más de lo mismo, a lo que quieran, al derecho de pernada, a la sonrisa displicente, a la palmadita en la espalda, al “esto es lo que hay, nena”, a la hipocresía, al lenguaje de la corrección política y a lo que, en suma, ha sido la vida del trabajador del SAS durante más de treinta años. Salvo para los pesebreros de los que hablaba yo en el último post, claro. 

Pero, en cada segundo del tic-tac de cada tarde ilegal que a cada uno de ustedes les queda de aquí al 22M por el ejercicio singular del monterismo-susanismo, piensen en que es posible que cada uno de nosotros contribuya según su tendencia personal – a una victoria pírrica. Algo que les quite la sonrisa chulesca de la cara y los siente a negociar. Que se den cuenta de una puta vez que el tejido de la administración – y menos que ninguna, la sanitaria –no les pertenece y que tenemos la ocasión perfecta para concretar la frase con la que acabé el post“Los Eventuales frente a la Eterna:

“No pises la cola del ratoncito; pueden salirle colmillos a fuerza de pisotones.”

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